La ecografía es una técnica indolora y sin efectos biológicos adversos. Generalmente no requiere sedación y los animales suelen estar tranquilos durante la misma. Aquellos muy nerviosos pueden requerir una ligera sedación para poder realizar el examen de forma exhaustiva, pero no es frecuente. Sí será necesario en caso de que hubiera que tomar muestras de citología o biopsia.

La duración de la ecografía es variable en función de la patología que se sospeche, o de los hallazgos que se vayan encontrando. Normalmente se tarda entre 15 y 20 minutos, pero se puede prolongar en algunos casos. Después del procedimiento en sí hay que estudiar las imágenes y realizar un informe, lo que prolonga el tiempo global, pero usted y su animal ya no tienen que estar presentes.

El pelo de los animales atrapa aire y los ultrasonidos no pueden atravesarlo. Además, el gel mezclado con el pelo forma un conglomerado que también dificulta el paso de los ultrasonidos. Para obtener una imagen clara y nítida el pelo debe ser rasurado.

No es imprescindible, pero es preferible que esté en ayunas de 8h para valorar correctamente el tracto digestivo. Puede beber agua sin problemas. En caso de requerirse sedación por nerviosismo o para toma de muestras, sólo se hará si está en ayunas.

El gel no es nocivo para su animal. Nosotros intentamos retirar la máxima cantidad posible después de la ecografía, pero siempre quedan algunos restos. No pasa nada si su animal lo lame.

Los resultados se los entregará su veterinario para que puedan discutirlos y tomar las decisiones de forma conjunta. Por ello, el mismo día de la prueba nosotros llamaremos a su veterinario y le enviaremos un informe escrito, y él se pondrá en contacto con usted una vez lo reciba.